El apartado "Estelas Discoidales Vascas" es un extracto del libro "Estelas Discoidales de Euskal Herria" de Pedro Zarrabeitia. Editorial Pamiela (2011).

Para ver mejor los detalles de los grabados abrir las imágenes a pantalla completa.



jueves, 8 de octubre de 2015

Cruces Funerarias Vascas


Bazkazane 2007 (NB)


La Cruz después de la estela


La estela discoidal desaparece prácticamente de los cementerios de la Euskal Herria peninsular a partir del siglo XVI, excepto en algunas localidades fronterizas de este lado de los Pirineos, influidas, sin duda, por las costumbres del otro lado de la muga. En la parte norte del País, Iparralde, a partir de esa fecha y especialmente en los siglos XVII y XVIII, este monumento funerario alcanzará una proliferación de miles de ejemplares, algo totalmente sorprendente y sin comparación con otros lugares de Europa.
En paralelo a esta extraordinaria producción, aparece durante el siglo XVII, y  en los mismos lugares, una variante de la forma discoidal que coexiste con ella durante esos dos siglos, y que indica ya la futura evolución del empleo de los monumentos funerarios: la cruz de piedra grabada. De hecho, aunque durante estos dos siglos su proporción frente a la estela redonda no superará el 10%, acabará mandando en el siglo XIX a las discoidales a los rincones de los cementerios, cuando estos se llenan de lápidas y panteones presididos por una cruz lisa de mármol.

En estas variantes primerizas, estela-cruz, se seguirá utilizando la misma piedra, las mismas dimensiones, el mismo pie enterrado en la tierra, algunos símbolos similares en sus grabados y, probablemente, los mismos canteros que las estelas tradicionales. Lo que no podrán sustituir nunca será el verdadero sentido misterioso y trascendente de las hilarriak (piedras de los muertos) y de sus signos grabados desde siglos atrás en función de su forma circular, que no dejarán de recordar su origen pagano. Seguramente en esta sustitución progresiva influyó el fuerte resurgimiento del catolicismo en Francia y su implantación forzosa tras el largo período del protestantismo en la región, y la irrupción de la escritura en las lápidas funerarias, facilitada en gran manera por las formas rectas  de la cruz en lugar de las curvas de la estela discoidal.


Santa-Grazi (Z). "Ritos funerarios en Vasconia" (Etniker)
Transición 1. La forma

Estos intentos de imposición de la cruz sobre la forma tradicional de la estela dieron lugar a diversas variantes alejadas de la uniformidad, porque en este caso no existía una tradición secular del uso de la cruz en los enterramientos como la hubo con la estela discoidal desde antes de nuestra era. Así podemos ver desde formas circulares con los brazos de la cruz saliendo del círculo a cruces sencillas, cruces con protuberancias decorativas por todos los lados, cruces de pies divergentes y hasta cruces con amplios faldamentos ondulados. Ninguna de estas variantes  prevaleció en el tiempo y al llegar el siglo XX dejaron paso a las cruces rectas de mármol a la cabeza de las lápidas y panteones.



Mendibe (NB)

Transición 2. El Crucificado

La figura de Cristo crucificado es poco frecuente en las estelas discoidales del País Vasco, en las que aparece unas veces sin cruz y otras en proporciones tan reducidas que cuesta identificarla. Indudablemente esta figura encuentra su lugar apropiado y su pleno significado en la cruz de piedra. De nuevo aquí se da una falta de uniformidad absoluta, se recurre a sencillas figuras del románico o gótico tomadas de las iglesias y cruceros, dada la dificultad para los canteros de reproducir la figura de Cristo conforme a los cánones barrocos de la época, y no dejan tras de sí más que unas escasas manifestaciones repartidas indistintamente por los tres territorios de Iparralde.


Transición 3. Los motivos decorativos

La forma de la cruz condiciona los motivos decorativos. Como queriendo indicar que la nueva piedra funeraria es simplemente un nuevo soporte que sustituye a la estela discoidal, el cantero graba nuevas cruces dentro de la cruz y sigue utilizando los símbolos tradicionales de las estelas que las rodean: hexapétalas, lauburus, círculos de radios rectos y curvos, motivos vegetales y elementos decorativos geométricos rellenan el espacio en trabajos de talla cada vez más refinada, no faltando las protuberancias o semiesferas en el canto  y, en las más modernas, las custodias y los corazones. Salvo raras excepciones desaparecen de la iconografía las representaciones de la figura humana, los animales y los utensilios de los oficios. Todo indica que la razón de ser y la misteriosa simbología de las viejas estelas discoidales ha pasado a la historia y que se tiende a presidir los nuevos enterramientos con monumentos más artísticos que simbólicos y con la fecha y el nombre de los finados.


Altzabeheti (Z)







Lekorne (L)

Transición 4. Nombres y fechas

Indudablemente uno de los factores que contribuyó a la utilización de estas cruces de piedra fue su predisposición para facilitar a los canteros las inscripciones de nombres y fechas. Para ello aprovecharon los dos brazos de la cruz en toda su extensión encabezando muchas veces el texto con el monograma IHS. Se siguió usando la misma grafía que en las estelas discoidales.
Estas fechas y nombres esculpidos nos han dado a conocer la datación de estas monumentos funerarios, cosa difícil de discernir muchas veces en las estelas discoidales, y a saber los nombres y apellidos de la gente de aquel tiempo, la mayoría de ellos euskaldunes.





Anhauze (NB)
Dibujos

En las cruces de piedra, así como en las estelas discoidales, el deterioro producido por siglos de intemperie es evidente. Las roturas debidas a los cambios de temperatura, la erosión causada por los agentes atmosféricos, la incrustación de hongos, musgos y líquenes hacen  que sus grabados sean, muchas veces, indescifrables a simple vista o incluso a través de la fotografía. Buscar la hora adecuada para que el sol resalte el relieve, utilizar papel de calco o incluso un trozo de greda para destacar los dibujos, mirar a través de una lupa o, lo que es lo mismo, estudiar la fotografía en la pantalla del ordenador, son recursos que se emplean para interpretar los textos y visualizar símbolos que de otra forma pasarían desapercibidos.
A continuación se incluyen varios ejemplos de cruces de difícil visión, pero de evidente interés y belleza, coloreadas con el fin de que se vea de forma clara el dibujo de sus grabados.



Pagola (Z)